AGUA ESTANCADA
Hubo un momento entonces
que se desvaneció como la bruma
de una mañana clara entre los brazos
del tiempo sinuoso. Y tan completamente
como el grano de azúcar en el agua.
Pero en tu corazón,
como si fuera funeral pirámide,
encontró su refugio, una vez muerto.
Llegas hasta su cripta en las solemnidades
por una complicada y laberíntica
red de sendas oscuras.
Él ocupa su sitio, serio y embalsamado,
ajeno al incesante transcurrir de los siglos,
con sus armas, su carro de combate
y con sus servidores de ambos sexos.
No podrás ya quejarte de estar sola,
la buena momia te acompaña siempre.
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