Compromiso
¡Qué hermoso es cuando hay sueño
dormir bien... y roncar como un sochantre...
y comer... y engordar...! ¡y qué fortuna
que esto sólo no baste!
Bécquer: RIMA LXVII
Si no fuera porque veo
por las rendijas del alma
el oro del dios brillando
en lo profundo,
cómo me atiborraría
en las fiestas y jaranas,
de los bienes ilusorios
de este mundo.
Náufrago entre amargas olas,
contemplo en mi fantasía ,
“sus fiestas y sus locuras”
alejarse,
como en el sueño de Tántalo
las manzanas más hermosas
y los puros hontanares,
de mi alcance.
Por una vaga esperanza
sigo caminos confusos,
errática y laberíntica,
sin que acierte
ni en este mundo ni en otros,
a encontrar lo que deseo,
lo que mi corazón pide
con voz fuerte.
Como la pesada piedra
corre sin freno a estrellarse
acelerando su ruina,
de tal suerte
siento que pasa mi vida,
sin que yo comprenda nada,
galopando hacia los mares
de la muerte.
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