Escuchando la habanera de Iradier
La Habana ya se perdió,
tuvo la culpa el dinero...
Perla lejana, isla querida,
flotando en mares que no veré.
Paloma blanca que vuela herida,
cantando un aire que sabe a miel.
Nunca veré tu cuerpo, Cuba,
tus sierras y tus bosques,
tu malecón, la arena de tus playas,
pero quiero besar tu alma inocente,
la que vive en tus cantos de ida y vuelta,
y traen los marineros, silbando, por el mar
Sé en mis sueños España,
aunque el mapa político lo niegue,
y siente tú también
que eres la perla de su real corona:
la pura gracia, la elegancia pura.
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