Canto de sirena
Sé que tengo mala fama
entre la gente de mar,
que ya nadie tuerce el rumbo
del barco para escuchar
mis delicadas canciones
llenas de espuma y de sal.
No hagas caso tú
del agua que suena,
que no soy sirena.
Dicen que soy sirena porque tengo
el cuerpo de cristal,
porque en el fondo de mis ojos miran
los abismos brillar,
porque mis brazos de algas aprisionan
a los hombres que nunca volverán.
Marinero lindo,
deja que te quiera
no me tengas miedo,
que no soy sirena
Súbete a mi espalda
de plata y coral
para que te lleve
conmigo a cantar.
Al arrullo suave del vaivén sonoro,
que las olas traen desde lo profundo,
entre el agua clara y la arena de oro
te daré los besos más dulces del mundo.
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